Nunca dejará de asombrarme este mundo blogger. Ayer leyendo a Vanis me encuentro con agradecimientos a todos los comentarios que había recibido por un bello post dedicado a su Nonna y contaba cómo leyendo esos comentarios, fue llegando a otros blogs que no conocía y se encontró con propuestas muy interesantes que la llevaron a nuevos aprendizajes.
Fui siguiendo sus consejos, como Grettel siguiendo las miguitas por el caminito internetil y gracias a Romina - también podés llamarla Roville- aprendí a usar un programita que te bajás en un pils -plas, que es super fácil de usar y que logra esta magia. (De paso les muestro mi incipiente huertita, que ya empieza a devolverme en brotes, en vida pura mis expectativas de muchacha de ciudad.)
Esa cadena que se va armando, esa trama que vamos tejiendo entre todos los que andamos por este unvierso paralelo al explícito, al de todos los días, no deja de maravillarme y me dan tantas ganas de contagiarlo. Cada uno que se suma va dejando una huella, casi siempre nutricia, sorprendete e inspiradora.
Desde que leí el post de Vanis, no dejó ni por un momento de resonar dentro mío la canción de Jorge Drexler "Todo se transforma."
Tu beso se
hizo calor,
Luego el calor, movimiento,
Luego gota de sudor
Que se hizo vapor, luego viento
Que en un rincón de la rioja
Movió el aspa de un molino
Mientras se pisaba el vino
Que bebió tu boca roja.
Luego el calor, movimiento,
Luego gota de sudor
Que se hizo vapor, luego viento
Que en un rincón de la rioja
Movió el aspa de un molino
Mientras se pisaba el vino
Que bebió tu boca roja.
Tu boca
roja en la mía,
La copa que gira en mi mano,
Y mientras el vino caía
Supe que de algún lejano
Rincón de otra galaxia,
El amor que me darías,
Transformado, volvería
Un día a darte las gracias.
La copa que gira en mi mano,
Y mientras el vino caía
Supe que de algún lejano
Rincón de otra galaxia,
El amor que me darías,
Transformado, volvería
Un día a darte las gracias.
Cada uno
da lo que recibe
Y luego recibe lo que da,
Nada es más simple,
No hay otra norma:
Nada se pierde,
Todo se transforma.
Y luego recibe lo que da,
Nada es más simple,
No hay otra norma:
Nada se pierde,
Todo se transforma.
El vino
que pagué yo,
Con aquel euro italiano
Que había estado en un vagón
Antes de estar en mi mano,
Y antes de eso en torino,
Y antes de torino, en prato,
Donde hicieron mi zapato
Sobre el que caería el vino.
Con aquel euro italiano
Que había estado en un vagón
Antes de estar en mi mano,
Y antes de eso en torino,
Y antes de torino, en prato,
Donde hicieron mi zapato
Sobre el que caería el vino.
Zapato que
en unas horas
Buscaré bajo tu cama
Con las luces de la aurora,
Junto a tus sandalias planas
Que compraste aquella vez
En salvador de bahía,
Donde a otro diste el amor
Que hoy yo te devolvería
Buscaré bajo tu cama
Con las luces de la aurora,
Junto a tus sandalias planas
Que compraste aquella vez
En salvador de bahía,
Donde a otro diste el amor
Que hoy yo te devolvería