lunes, 8 de marzo de 2010

Londres


Tuve la enorme alegría de darme una nueva oportunidad y volver a Londres por 2º vez después de 15 años.
En la primera oportunidad viajé llena de prejuicios y de dolor por el daño que yo pensaba que los ingleses les habían causado a nuestros soldaditos en Malvinas, entre los que se contaba mi único primo hermano, Juan Carlos, Cachorro. Entonces, sólo miraba todo lo que en esa ciudad acontecía a través de los cristales de la desconfianza y mucha amargura.
15 años después, mi compañero de vida, el vasco, insistió mucho en incluir esta ciudad en un itinerario que estábamos planeando para este verano pasado. Y como mucha agua pasó bajo mi puente y mucha lectura que me permitió conocer mejor los acontecimientos históricos, a pesar de que sigo esperando que la Argentina recupere algún día la soberanía de las islas en cuestión, pensé que no me había " traído " nada de aquella Londres de mis veintipico y que estaría bien, darle una nueva oportunidad.
Y cómo me felicité de haberlo hecho, por Dios!
Londres es una ciudad increíble: pluricultural y de una variedad étnica tan bien amalgamada y a su vez portando con naturalidad las deferencias que las distinguen, que nos quedamos, literalmente "encantados".
Londres cautiva, subyuga, seduce y te hace suya, sin dudas.
Sus habitantes se mueven por la zona comercial a borbotones, a toda hora se mueven en enormes grupos, sin agruparse.
Es canchera, sobria, solemne, alocada, consumista, cultural e hipercosmopolita.
Vas en busca de buena música? Esta es la ciudad.
Morís por las compras? Te aseguro que te vas a cansar de comprar ropa, accesorios y sobre todo de calzado deportivo de las mejores marcas, a precio de risa.
Te van los espacios verdes cuidados y que invitan a tomarse un descanso físico y visual? Esta es la ciudad, sin dudas.
Preferís disfrutar de maravillosas obras de arte en museos totalmente gratuitos? Andá a Londres.
Querés participar y respirar un ambiente plagado de tribus urbanas, caracterizadas según les van los vientos y su propia filosofía? Londres!
Querés comer y beber según los hábitos de culturas diferentes? Pues, Londres!
Querés ir por mercadillos callejeros? Camdem Town, Portobello Road, entre muchos otros, en London.
Conocer una arquitectura victoriana, sobria y bien distinta del resto de Europa occidental, por un lado, contrastando con las tendecias más audaces de la arquitectura más moderna? Londres, sin dudas.
Es realmente una gran experiencia que nos atrapó en una semana. Siendo una defensora enamorada a ultranza de París, estoy en condiciones de asegurar que Londres se robó mi corazón: Dios, salve a la reina! I came back!

viernes, 19 de febrero de 2010

Viejo, ¿ te ato los cordones?



Cómo es ese día en que te das cuenta de que tus padres se han puesto mayores...
Durante las últimas vacaciones compartí por primera vez de mi vida adulta, unos días junto a mis padres. Y ahí, a la distancia, en un terreno neutral, lejos, muy lejos de casa, los vi, casi por primera vez.
Papá necesitaba tomarse del brazo de mi madre para caminar más seguro por las callecitas madrileñas y segovianas. Pero lo necesitaba de un modo ansioso, sin decirlo,claro, pero buscándola y sentía que al dejarse acompañar por ella, su angustia de necesitarla se calmaba.
Su paso es lento, con la impronta de una operación de cadera que le imprime una cadencia que lo aleja irremediablemente del que hasta hace muy poco era mi papá, de ese hombre corpulento, dinámico y de paso decidido.
No es que no lo hubiera visto antes, pero ver y constatar esa necesidad de andar en compañía, de ver su temor latente en cada paso, de sentir su cansancio en esos pies que no se levantaban demasiado del piso, de percibir con tanta urgencia qué necesaria e irremplazable se volvía la presencia de mi madre para él, era conmovedor. Cómo es que te hiciste tan mayor, papá? Cuándo fue eso?
Por esa dificultad que le acarrea su cadera, una tarde cualquiera, lo vi a mi esposo agachado a los pies de mi papá, atándole los cordones y ese gesto fue de una ternura infinita para mí, la de mi padre, que se permitió recibirlo y la de mi compañero al ofrecérselo, como un gesto cómplice de hombre a hombre. Ver que necesitaba que le atáramos los cordones del calzado; que sin pedirlo, nos pedía que lo cuidáramos, era ver dentro de ese hombre severo al niño que fue, pero más desvalido y, joder...cómo te pone eso el cuerpo y el alma...
Más conmovedor aún fue verla a mi madre, cuidándolo y a su modo, también mostrando que esa mujer invulnerable e inquebrantable, esa mujer todopoderosa de mi niñez, juventud y adultez, ahora - a pesar de su vitalidad- tiene algunas inseguridades, pide consejos, y al caminar también busca en mi brazo más un punto de apoyo.
Me resulta asombroso que, a pesar de estas dificultades, que aparecen imponiéndose en la vida de mis padres, sientan ganas de atrevérsele a la distancia, a las incomodidades de un vuelo de tantas horas y a los contratiempos que pudieran surgir. Evidentemente hay dentro de ellos, una fuerza que los hace ponerse en pie y los conecta con lo lindo de la vida: el goce del disfrute.
No soy nada original al decir lo de ser padre de tus padres, tampoco ha llegado todavía ese momento, pero me enternece verlos mayores y me dan ganas de muchos abrazos.
Por la vida de ellos y por la de nosotros, como hijos de padres que te paren como padres de ellos mismos.

viernes, 8 de enero de 2010

Mirame a los ojos y me verás.



Ojalá nos miráramos un poco más a los ojos.
¿Qué miramos cuándo nos vemos?
¿Qué nos dice la cara del otro?

" Me lo echó en cara" ," me dio vuelta la cara","tiene cara de piedra", " cara de poker", " fue cara a cara", " qué caradura", "qué cara de c...", " es un descarado", " no le da la cara", " nunca da la cara"...la cara, nuestra cara, la cara de los otros...qué nos dice la cara de cada quien.

Siempre me atrajo mucho la expresión de los rostros, las arrugas, los surcos que se van dibujando, la expresión de los ojos, la carnosidad de los labios y especialmente qué sensaciones me deja esa cara al observarla.

No por nada me apasionan las fotografías de los primeros planos, es como si quisiera entender mejor a quien tengo delante de mí, como si pretendiera descubrir sus secretos, atrapar algo de ese otro que ni él conoce. Cuando llevo al máximo de sus posibilidades el zoom de la cámara para tomar una fotografía en primer o primerísimo primer plano, es como si quisiera acercarle a ese rostro un espejo con mucho aumento. Quiero que cada arruga me cuente su historia, que me susurre con qué dudas o certezas se forjó, si fue por amores o desamores, por penas o alegrías, por gemidos o por aullidos. Pensar que la cara es la máscara con la que nos presentamos a diario frente a los demás.

No llego a entender muy bien, porqué cientos de mujeres y ahora hombres también , se deforman el rostro e intentan -a fuerza de inyectarse milagrosos productos químicos o estirarse quirúrgicamente - borrar lo que a a la piel de la cara le llevó cada uno de los días de vida que llevamos vivos , delinear las huellas de nuestra cara. Huellas que se imprimieron después de miles de carcajadas, de llantos tímidos o lágrimas alborotadas y catárticas, de miedos por amor, también por desamor, de amarguras por frustraciones o enojos, de besos y caricias, de inciertos, de aciertos, de desaciertos...en fin, mirémonos a los ojos, mirémonos más y quizás nos veamos.


martes, 5 de enero de 2010

Lejos de casa, lejos de la tiranía de la balanza, cerca de París.












París , como muy bien opinara Heminway, "es una fiesta", por varias y muy distintas razones. No por nada miles de viajeros de todo el mundo la elegimos para dejarnos seducir por esta elegante, estética y orgullosa dama europea. Esta chica se sabe sexy y con su seducción te envuelve y te enamora y entonces, ya no podés dejarla más.

En un segundo encuentro con esta magnífica ciudad me dejé tentar por su gastronomía, olvidándome de la tiranía de la más completa línea comestible "light" que se impone por estas latitudes ante cualquier mujer argentina y porteña que pretenda bailar al compás de los tiempo modernos. Inútil decir que -por mucho producto bajas calorías que me empeñe en traer a mi vida cotidiana-los deleites de la buena mesa, me pierden de cabeza y la silueta.

París se volvió entonces, un gran destino gastronómico para nuestro ilusionado estómago pampeano. Esa ciudad nos fue ofreciendo a cada paso que dábamos, infinita cantidad de lugares en los que comer o tomar algo era toda una experiencia. EL barrio latino, rue Lepic por Montmartre, el mercadito de la rue Clair los domingos por la mañana, la zona de la Madeleine, por nombrar sólo algunos de los destinos que nos hicieron un poco más golosos, mejores comensales e infinitamente más felices.
Animarse, viajeros, que con un presupuesto de trotamundos gourmet " al paso", París es un excelentísimo destino para olvidar la dictadura de la balanza y dejarse vivir por uno de los placeres de esta vida. París gourmet: están todos invitados.

¡Bienvenido 2010...! Año nuevo...¿vida nueva?

Para una mujer de 40 felizmente casada, "pero" sin hijos, atravesar las fiestas navideñas, anque la noche vieja y la llegada del nuevo año, pueden llegar a no ser días del todo felices, sobretodo si en la familia siguen esperando el milagro de que una, una mañana cualquiera, se despierte con el llamado ensordecedor de la maternidad y desee imperiosamente emular la alegría sin igual de sus primos/as, hermanos/as, cuñados/as que sí oyeron obedientemente el dictado de ser padres y nos siguen mirando año a año, reunión familiar tras reunión familiar, como unas verdaderas cuarentonas excéntricas y snobs víctimas de nuestro futuro arrepentimiento.

Esas noches de " amor y de paz" te enchufan todos los niños pequeños que anden pululando a tu alrededor , a ver si te enternecen, bajo el lema "Qué bien te queda..." o el golpe bajo de "Mirá cómo te siguen, se nota que sos especial para los chicos".También suelen lucirse con " Ché, mirá cómo se te pega Pedrito, no estárás...?" o el viejo "Serías una madre bárbara...". Y a mi sólo se me estalla dentro un "¿por qué no me dejan de joder?!!!!!!".

En fin cuando ven que a pesar de ser melosos, a mí no se me mueve ni un pelo, entonces abatidos parecen querer interesarse por mis proyectos personales, los míos como mujer de 40. Y entonces, yo, ingenua pero tímidamente empiezo a entusiasmarme, sabiendo de antemano que no hay tal interés genuino y comienzo a contar mis proyectos, por ejemplo, ahora mismo el de un viaje fantástico que estamos preparando con mi compañero de vida. ¿Y qué ocurre? Cualquier chillido sin importancia de sus pequeños distrae automáticamente la lávil atención de sus progenitores y ya no saben si les estabas contando que te habías vuelto una terrorista iraní, si habías abrazado la fe dogmática del Opus Dei o si les estabas relatando una peli porno. ¡Qué desencuentro!

¿Qué les ocurre a los padres de hoy en día? Hay una vida más allá de la maternidad y paternidad. Me cuesta creer que te hagan una lobotomía cuando te convertís en padre. Conozco gente estupenda que se ha estupidizado y no hablo del enamoramiento natural que une a una madre o padre con su bebé de meses, sino a todos los que sólo viven, respiran, gozan y sufren a través de lo que sus pequeños hijos van eligiendo ser y hacer.Que así no hay quien duerma, goce ni viva su propia vida.

Cada año que se desprende del calendario, no necesariamente es la promesa de una vida nueva. Es sólo un nuevo año, para vivirlo como mejor nos salga y el destino nos lo permita.

Pero dejen de especular con que quizás este año, sí, vamos a sorprenderlos con la revelación divina de aparecer para el 2011 con el hijito que todos querrían que nos animáramos a parir.

Lo interesante será que cada quien viva como mejor le venga en gana y sea coherente con esa elección.

Por mi parte, amo salir a descubrir lugares cercanos, lejanos, populares o selectos, pero no como turista, sino como viajera. Ahora mismo me encuentro armando un nuevo viaje que nos hace mucha ilusión a mi marido y a mí. Ya iré contando esta nueva aventura.

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Bienvenido 2010...año nuevo, a vivirlo!!!!!!!!!!!!!!!